GK ha logrado la producción de textil sostenible gracias a su modelo de producción basado en la economía circular, y a la tecnología de fibra reciclada.
El calentamiento global ha llevado a las empresas a desarrollar proyectos que sean más amigables con el medio ambiente. Este es el caso de GK, uno de los grupos más sólidos e innovadores de Centroamérica, con operaciones en Honduras, Nicaragua, Guatemala, México y los Estados Unidos, entre cuyas unidades de negocio destacan la industria textil.
Las operaciones textiles de GK se establecieron en Honduras hace 50 años, siendo uno de los primeros inversionistas textiles extranjeros en este país, con una producción integrada verticalmente que cubre todas las facetas de la cadena de suministro.
Dentro de la División Textiles de GK destacan sus operaciones en Honduras Spinning Mills y Northern Spinning Mills, en las cuales se han invertido más de 110 millones de dólares, y que actualmente producen más de 62 millones de libras de hilo anuales.
El trabajo en conjunto con Northern Textiles, productora de telas, ha mantenido una inversión de capital de cerca de 46 millones de dólares, con un impacto en la creación de 2,000 empleos directos.
Además, también cuentan con una planta ubicada en la ciudad de Managua llamada Nicaragua Spinning Mills, la cual aporta una producción adicional de 30 millones de libras anuales con un impacto en la creación de 600 empleos directos.
GK lidera el crecimiento sostenible
“Liderando el Crecimiento Sostenible” es el lema de GK en la producción textil, e inspirados en él han trabajado por avanzar hacia la producción de hilo y tejidos sostenibles. Cuentan con tres tipos de modelos: esenciales, casuales y deportivos, los cuales se caracterizan por ser antimicrobianos, resistentes a la humedad y a las manchas entre varios aspectos.
Basados en ese enfoque, han desarrollado modelos de Economía Circular en donde sobresale la transformación de sus líneas de producción, hacia la tecnología de fibra reciclada de alta generación, la cual busca impulsar el ODS 13: Acción por el Clima.
De hecho, en los últimos 5 años han contribuido con la conversión a hilo y tela de un equivalente a 200 millones de botellas plásticas recicladas de diferentes fuentes.
GK ve en su fibra reciclada una gran oportunidad para contrarrestar el impacto de los residuos sólidos en la naturaleza. Y aunque actualmente están trabajando con fibra sintética proveniente de Asia, en el futuro estarán impulsando aún más la producción de dicho recurso, con materias primas locales.
Esta iniciativa busca aumentar su contribución al desarrollo nacional aportando un mayor valor en sus zonas de influencia.
Entre los aspectos que la iniciativa cubre se encuentran:
- Reducción de residuos sólidos, especialmente plásticos.
- Reducción del uso de recursos naturales como el agua.
- Disminución de la emisión de dióxido de carbono a cero para 2030.
Este es tan solo uno de los ejemplos del impacto ambiental que GK tiene a través de sus diferentes proyectos. Esta corporación procura ser responsable de su huella operativa, es por eso que están comprometidos con salvaguardar el medio ambiente y a crear un mundo mejor y más sostenible para las comunidades.