¿Puede la inflación en Estados Unidos poner presión sobre la industria textil?

La cadena de suministro de textiles es una red de opciones de distribución que realiza varias funciones, desde la adquisición de materias primas hasta la transformación en productos terminados, y su posterior distribución a los clientes. Como todo proceso industrial, está sujeta a los shocks externos que afectan a la economía. 

Desde GK, y al ser la empresa líder en el sector de los textiles, con presencia en Honduras, Guatemala, México, y los Estados Unidos, se planifica y actúa de acuerdo a los movimientos que se generan dentro de la industria, tanto los buenos pronósticos, como aquellos que auguran tormentas, y por esa razón, nos disponemos a explorar las consecuencias que la inflación en los Estados Unidos podría suponer para la industria textil en su conjunto.

Antes que nada, ¿En qué consiste la inflación? 

La inflación es un término económico que describe el aumento sostenido de los precios de los bienes y servicios dentro de un período determinado de tiempo. Para la mayoría de los economistas, tener que lidiar con la inflación significa que una economía está en apuros, mientras que otros la ven como una señal de una economía próspera. 

Ahora mismo los precios en los Estados Unidos están aumentando a su ritmo más rápido en casi 40 años, La fuerte demanda y la escasa oferta de artículos específicos, entre los que están también los textiles, impulsan los aumentos de precio, lo que presiona a los responsables de la industria a actuar con rapidez.

Durante 2021, la economía mundial protagonizó una recuperación muy veloz, que fue impulsada por un gasto público masivo y una serie de medidas de emergencia de parte de los gobiernos. Para cuando se hizo oficial el lanzamiento de las vacunas, los consumidores empezaron a llenar restaurantes, bares, y tiendas, todo lo cual empujó la demanda a superar la oferta. Y he ahí sencillamente la causa de la subida de precios. 

Cómo afecta la inflación a la industria textil

El escenario actual en la industria textil se enfrenta a una tenaz inflación, no vista con tanta intensidad desde los últimos quince años. Los precios de los textiles están experimentando en este momento una renovada presión alcista, luego de una década de deflación generalizada. Esta es la primera inflación que experimenta la industria de la confección desde la década de los 90. 

Los principales efectos de la inflación sobre la industria son: 

  • Incertidumbre:

    los precios altos y volátiles crean incertidumbre y confusión sobre los precios y costos futuros. Todo lo cual tiende a reducir la inversión y conduce a menores tasas de crecimiento dentro de la industria y, por lo tanto, a una menor demanda de textiles.

  • Demasiados ajustes de precios:

    cuando hay inflación, los precios deben cambiarse con más frecuencia, lo que genera un costo. Además, las altas tasas de inflación pueden dar lugar a frecuentes negociaciones para los precios de las materias primas, y esto puede ser costoso para una empresa de fabricación textil que busca producir con rapidez.

  • Impacto en el ahorro y el balance de las empresas:

    las empresas textiles suelen tener reservas sustanciales de efectivo para llevar a cabo sus operaciones. En períodos de alta inflación, el valor real de los ahorros puede caer, a menos que la empresa sea capaz de ahorrar en cuentas con tasas de interés superiores a la inflación, por esa razón, la inflación beneficiará más a las empresas endeudadas que a las que tienen grandes ahorros.

Lo que puede esperarse de la inflación en 2022

El debilitamiento del valor del dólar aumentará el costo del precio de importación y dará como resultado una mayor inflación de los precios del sector. La mayoría de los fabricantes y minoristas aumentarán también el precio de sus prendas para mantener su rentabilidad. Si bien estos actores aumentan los precios, y por lo tanto, sus márgenes de beneficio, rara vez es posible que los consumidores continúen comprando textiles con regularidad como consecuencia de ese aumento de los precios.

La inflación todavía provocará interrupciones en la cadena de suministro de la industria, en especial en las de prendas de vestir. Los pequeños comerciantes, las personas con ingresos fijos, y las personas de los sectores más bajos de la sociedad, como los trabajadores de la confección, serían los más afectados en este escenario.

Sin embargo, una buena parte de los economistas considera que la inflación no está aquí para quedarse. No será menor dentro de un mes o incluso dentro de tres meses, ya que ajustar los precios llevará tiempo. Pero para finales del 2022, y a medida que la pandemia retroceda, la inflación será lo suficientemente baja como para no hablar más de ella. 

En ese momento la industria de los textiles y la confección comenzará a recuperarse. Además, por fortuna GK es una de esas organizaciones sólidas que son capaces de resistir el cambio y facilitar las medidas correctivas oportunas para sobrevivir al juego. 

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